Esta vivienda unifamiliar, ubicada en Dénia (Alicante), ha sido diseñada con el objetivo de aprovechar al máximo la luz natural. A través de grandes ventanales y una orientación estratégica, la casa permite la entrada de luz solar durante todo el día, favoreciendo la conexión visual con el entorno exterior. El diseño se organiza en torno a un juego de volúmenes que establece un equilibrio entre lo moderno y lo tradicional, con un enfoque minimalista que resalta los contrastes entre las formas y los materiales. 

La piedra vernácula, utilizada en la fachada y en algunos elementos estructurales, no solo integra la vivienda en el contexto local, sino que también contribuye a la eficiencia energética y sostenibilidad del proyecto.

La distribución de la vivienda responde a un diseño que conecta de forma continua con la naturaleza circundante. La casa se implanta siguiendo un concepto de vivienda 360 grados, donde las diferentes estancias se organizan según las orientaciones más adecuadas para cada uso. Esto permite que todas las habitaciones cuentan con un espacio exterior asociado, favoreciendo una relación constante con el entorno.