Ubicada en Camprodón (Girona), la tienda PCM presenta un diseño arquitectónico minimalista y funcional, que busca la claridad espacial y una atmósfera de orden y limpieza. Con un esquema de color neutro y sobrio, predominado por tonos grises y blancos, el espacio exalta el protagonismo de los productos exhibidos. Las paredes, revestidas de paneles continuos, contienen estanterías empotradas que optimizan el almacenamiento y dan una apariencia homogénea y organizada.

La disposición del mobiliario contribuye a un flujo de circulación intuitivo, con estantes lineales a lo largo de las paredes y mesas circulares en el centro de la sala, que permiten una fácil visualización y acceso a los productos. La iluminación artificial es homogénea y eficiente, con luminarias de techo empotradas que bañan el espacio de luz blanca y resaltan el color de los productos, generando un ambiente que combina lo funcional con lo estético.

El piso de baldosas grises complementa el enfoque minimalista y añade durabilidad y facilidad de mantenimiento al espacio. En conjunto, la tienda logra una atmósfera moderna, profesional y accesible, enfatizando la claridad en la presentación de los productos y una experiencia de compra cómoda para los visitantes.