La Escuela EMV en La Xara (Alicante) representa un planteamiento arquitectónico comprometido con la creación de entornos educativos adaptados a las necesidades contemporáneas. Este proyecto se fundamenta en una visión que prioriza la funcionalidad y la adaptabilidad, donde cada espacio está orientado a satisfacer las demandas específicas del programa educativo para la primera infancia, facilitando el aprendizaje y fomentando la creatividad.

La distribución espacial se ha planteado con una reinterpretación del concepto de casa-patio, una tipología que equilibra los ámbitos interiores y exteriores en una estructura cohesionada. Este enfoque permite la coexistencia de áreas climatizadas con espacios abiertos, promoviendo un tránsito libre y fluido para los niños entre zonas interiores y exteriores. La disposición busca no solo facilitar un aprendizaje dinámico, sino también conectar a los más pequeños con el entorno natural que los rodea, integrando la naturaleza como un elemento activo en su desarrollo.

El patio central, eje vertebrador del proyecto, se configura como un espacio multifuncional y un punto de encuentro que fomenta tanto el juego al aire libre como la interacción social. En torno a este núcleo se distribuyen las aulas y demás áreas educativas, asegurando una circulación orgánica y una supervisión eficaz por parte del personal docente. La organización espacial permite que los espacios exteriores funcionen como una extensión del aula, proporcionando oportunidades de aprendizaje y desarrollo físico en un entorno controlado y seguro.